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GLANDULAS SUPRARENALES

Cada glándula suprarrenal tiene el aspecto de uno de esos sombreros de tres picos como el que usaba Napoleón, y descansa sobre la parte superior de un riñón, como si estos órganos llevaran puesto un tricornio (la palabra suprarrenal deriva del latín y significa precisamente encima del riñón). Estas glándulas endocrinas miden entre 2.5 y 5 cm de largo y pesan unos cuantos gramos cada una; sin embargo, producen más de tres

docenas de hormonas.

Las suprarrenales están constituidas por dos partes tan diferentes que en realidad se considera a cada una como si fuera un par de glándulas, una dentro de la otra. La corteza o parte externa es amarilla y recibe instrucciones principalmente de la hipófisis a través de la hormona adrenocorticotrópica. La médula o parte interna es de color café rojizo, y responde directamente a las órdenes del sistema nervioso.

Todas las hormonas que segrega la corteza se parecen mucho en su estructura química, y reciben en conjunto el nombre de esferoides de los que hay tres tipos básicos: mineralocorticoides, cuya tarea fundamental es controlar el equilibrio de sodio y potasio en el organismo; glucocorticoides, que entre otras cosas contribuyen a elevar el nivel de glucosa en la sangre, y hormonas sexuales, tanto andrógenos como estrógenos.

La médula suprarrenal segrega sólo dos hormonas: adrenalina y noradrenalina, que son las responsables de algunas de las reacciones que se producen en casos de pánico y de furia. Son vitales cuando una persona se encuentra en situaciones de emergencia porque preparan al organismo para combatir o huir de un peligro potencial echando mano de toda su energía.

HIPERTIROIDISMO

El hipertiroidismo es una patología causada por la hipersecreción de hormonas tiroideas (tiroxina (T4) libre o de triyodotironina (T3) libre, o ambas), lo que genera niveles plasmáticos anormalmente elevados de dichas hormonas.


En los seres humanos, las principales causas de este padecimiento son la enfermedad de Graves o bocio tóxico difuso (etiología más común con 70–80%), el adenoma tiroideo tóxico, el bocio multinodular tóxico y la tiroiditis subaguda. Se diferencia del síndrome de tirotoxicosis o tormenta tiroidea porque en esta última hay un aumento simplemente de la concentración plasmática de hormonas tiroideas, que puede deberse a un proceso inflamatorio de la glándula tiroidea, con una posterior necrosis de las células foliculares, con la consecuente liberación masiva, no regulada, de las hormonas tiroideas contenidas en su citoplasma; en cambio, el hipertiroidismo es una enfermedad donde prevalece aumentada la síntesis de estas hormonas.

Las principales características clínicas de este padecimiento en los seres humanos son:

  • Piel y pelo: diaforesis (excesiva sudoración), intolerancia al calor, pelo fino y quebradizo, aumento de la pigmentación.
  • Neuromusculares: fatiga, debilidad muscular, temblor fino.
  • Psicológicos: ansiedad, nerviosismo, irritabilidad, insomnio y despertar precoz, problemas de concentración, disminución del umbral delestrés.
  • Sexuales/reproductivos: oligorrea o amenorrea (disminución de la cantidad de sangrado o falta total de la menstruación), disminución de la libido.

La semiología típica de este síndrome hormonal es variable, ya que depende del individuo que lo padece y del grado de afectación sistémica de esta patología (duración, evolución, detección precoz, etc.). En los pacientes mayores, estos síntomas clásicos podrían no presentarse y darse sólo fatiga y pérdida de peso, que conduce al llamado hipertiroidismo apático. En los niños se produce un retardo de maduración ósea, por lo que tienden a ser de talla baja.

En cuanto a otros trastornos autoinmunitarios asociados a tirotoxicosis, se ha establecido una relación entre la enfermedad tiroidea y lamiastenia grave. En este caso, la enfermedad tiroidea es frecuentemente una enfermedad autoinmune que aparece aproximadamente en un 5 por ciento de los pacientes con miastenia grave. Rara vez la miastenia grave mejora tras el tratamiento del hipertiroidismo, por lo que los detalles de la relación entre las dos enfermedades son todavía desconocidos. Algunas manifestaciones neurológicas a las que se atribuye una dudosa relación con la tirotoxicosis son: el pseudotumor cerebral (pseudotumor cerebri), la esclerosis lateral amiotrófica y el síndrome similar al de Guillain-Barré.